La partida de Sanhueza contra Kolodziej fue una India de Rey donde pronto se cerró el centro y la lucha se desplazó al flanco de dama. Las blancas aprovecharon la incómoda situación de una torre negra y mediante un juego táctico pudieron obtener ventaja de material, logrando la victoria.

Mangiaterra vs. Ferraro fue una Defensa Caro-Kann, variante del avance. Ambos bandos buscaron las complicaciones desde las primeras jugadas, pero el hecho de que el rey negro permaneciera en el centro volcó las acciones en favor de las blancas, que consiguieron ganar una pieza, lo que decidió la partida.

La nota de la jornada fue el enfrentamiento entre el veterano y el benjamín del torneo (72 y 9 años, respectivamente). Lujambio-Di Giannantonio comenzó con un Gambito de Dama, en donde las blancas prepararon cuidadosamente el ataque al enroque, mientras las negras permanecían a la expectativa. El pasaje de torre a la tercera fila y la posterior destrucción del enroque rival llevaron a la victoria blanca.

Rodríguez y Grande repitieron el Gambito Evans del anterior enfrentamiento en el torneo Mayor. Esta vez la primera oleada del ataque blanco sólo consiguió exponer al rey negro a cambio de una calidad. A pesar de que las negras lograron consolidar su posición, las blancas pudieron iniciar un segundo ataque, que, luego de imprecisiones por ambas partes, dio como fruto la ganancia de una pieza y el triunfo.

La partida entre el representante francés, Le Mouël, y Dlugovitzky se inició con una Apertura Bird; la lucha por la columna abierta e se volcó en favor de las negras, que conquistaron un peón, pero la presencia de alfiles de distinto color dio más significado a la iniciativa blanca, que como consecuencia recuperaron el peón y lograron el equilibrio. Una nota curiosa: el acuerdo de tablas se dio por señas.

En el encuentro Frenquelli-Ortigala se planteó el Gambito Budapest, donde pronto las negras tomaron la iniciativa. Se produjo en el flanco de rey una lucha táctica muy complicada, pero en el momento culminante las negras, apremiadas por el tiempo, omitieron el ataque de mate ganador, trasponiendo, en cambio, a un final perdido con torre de menos. Insólitamente, el juego concluyó en tablas.

La partida Sánchez-Rossi comenzó con una Defensa Siciliana, en la que las negras optaron por la variante del dragón y las blancas por la lucha de enroques opuestos. Un interesante sacrificio de calidad permitió a las negras ser las primeras en plantear amenazas. En el momento crítico de la partida las blancas no encontraron la mejor defensa (donde su rival sólo lograba jaque perpetuo) y traspusieron a un final perdido a pesar de la calidad de más.

En el encuentro entre Rossi y Sanhueza se llegó a posiciones de una Apertura Inglesa donde se desarrolló una lucha de maniobras en torno al peón aislado de las blancas, que desembocó en un final en que la presión de la pareja de alfiles de las negras consiguió la ganancia de un peón que llevó a la victoria.

La partida Mangiaterra-Lujambio fue una Defensa Siciliana, variante Najdorf. Las acciones de las negras en el flanco de dama fueron más rápidas que las de las blancas en el flanco opuesto, pero luego de una compleja lucha táctica fueron éstas las que quedaron con un peón de más. No obstante, un nuevo embate de las fuerzas negras les permitió recuperar material y ofrecer el empate.

Gamboa vs. Rodríguez fue una India de Rey, donde, tras cerrarse el centro, el intento de las negras de abrir líneas en el flanco de rey se volvió en su contra, pues las piezas blancas comenzaron a merodear el enroque. Aunque el ataque no fue preciso, finalmente desembocó, luego de la captura de la dama enemiga por sus torres, en la ganancia de varios peones; esto y el permanente acoso al rey negro condujo al triunfo.

Ortigala contra Le Mouël jugaron una Defensa Francesa, precisamente, variante Winawer. La lentitud de las negras en obtener contrajuego en el flanco de dama permitió a las blancas asumir el control de las operaciones en el otro flanco, por las casillas oscuras y sobre el rey enemigo. Una serie de rupturas con condimentos tácticos permitió la irrupción sobre el monarca y la ganancia de material.

Poco emotivo fue el juego Dlugovitzky-Ferraro. Se planteó un Gambito de Dama y las negras sacrificaron un peón para atacar con su torre el enroque enemigo, pero calcularon mal y pronto sufrieron grandes pérdidas materiales.

Kolodziej planteó un Gambito del Centro frente a Grande y la lucha en breve se desarrolló en las columnas centrales. El hecho de que su rey permaneciera en el centro lastró las maniobras de las negras y como consecuencia perdieron una pieza. Seguidamente las blancas culminaron la partida con un ataque de mate sobre el rey enrocado.

Di Giannantonio empleó un Gambito Escocés ante Sánchez; para intentar emprender un ataque optó por desprenderse de los dos alfiles primero y luego de un peón, pero al ser neutralizado se llegó a un final donde un caballo descentralizado dificultó las posibilidades defensivas de las blancas, que no pudieron evitar la derrota.

El enfrentamiento entre los líderes, Sanhueza y Gamboa, se inició con un Ataque Indio de Rey, en el que las negras debilitaron en las primeras jugadas la diagonal a8-h1, para perder a continuación la dama por dos piezas menores. No obstante, la defensa fue tan ingeniosa que estuvieron oportunidades de equilibrar la partida, aunque en definitiva las blancas se impusieron al filo del tiempo reglamentario.

Lujambio abrió de peón dama y Ortigala respondió con el Gambito Budapest. Tras un cambio de piezas menores las alternativas se centraron en la columna semiabierta e y cuando la partida parecía encaminarse al empate, un error de las negras les hizo perder calidad y el final no se pudo sostener mucho más.

Una lucha plena de emociones se vivió en el encuentro entre Rodríguez y Mangiaterra. Las maniobras de ataque y contraataque se sucedieron en una Defensa Siciliana, variante Scheveningen, hasta la llegada del apremio de tiempo en que las blancas rechazaron una repetición de movimientos. A partir de allí la caída de la bandera señalaría al afortunado vencedor.

Sánchez vs. Frenquelli fue una Apertura Española donde ambos bandos trataron de probar la fortaleza y debilidad de los peones centrales blancos. Sin embargo, una celada o combinación fallida de las negras les provocó la pérdida de mucho material.

El Sistema Colle de Kolodziej frente a Rossi resultó en una posición de peón aislado, donde tras algunas maniobras las blancas se conformaron con las tablas por repetición de jugadas.

Grande-Le Mouël fue una Defenda Holandesa donde pronto se cambiaron las damas. La partida perdió interés cuando las negras descuidaron sucesivamente dos peones.

También se desarrolló un Sistema Colle en el encuentro Ferraro-Di Giannantonio. Las blancas ganaron un peón mediante una combinación de descubierta y no tuvieron inconvenientes en imponerse en el final.

El encuentro entre Mangiaterra y Sanhueza fue una Defensa Siciliana, variante del Dragón. Las blancas se demoraron en realizar el avance temático del peón f, pero cuando lo hicieron consiguieron eliminar el alfil del enroque, quedando así con un alfil superior. Sin embargo, el caballo "inferior" de las negras sorprendió al capturar varios peones. A continuación, Sanhueza sacrificó la dama por torre y alfil para tratar de imponer el peón b pasado, pero en el zeitnot los jugadores acordaron las tablas.

En el enfrentamiento Dlugovitzky-Lujambio se dio una Defensa India de Rey donde rápidamente se cerró el centro y la acción se trasladó al flando de rey. Ambos bandos prepararon el avance de los peones f, pero fueron las blancas las que aprovecharon la ausencia de piezas defensoras para penetrar sobre ese flanco y ganar un peón. Las negras, de alguna manera, lograron resistir el ataque de mate, pero no pudieron sostener el final.

La partida entre Gamboa y Sánchez traspuso a una línea poco corriente de la Defensa Caro-Kann, donde las blancas quedaron retrasadas en el desarrollo, aunque con un sutil juego táctico evitaron permanecer en inferioridad. En el final que siguió, las negras rechazaron una continuación que aseguraba el empate, pero sólo consiguieron que la torre blanca se activara, armonizara con su alfil y ganara un peón, lo que fue suficiente para obtener la victoria.

Por trasposición se llegó en Ortigala-Kolodziej a una Defensa Siciliana, Ataque Grand Prix. En un primer momento las negras se defendieron correctamente logrando contrajuego sobre los peones centrales y del flanco de dama blancos, pero una segunda oleada dejó a su rey en el centro del tablero. No obstante, las blancas vacilaron y permitieron que fuese su propio rey el atacado. En definitiva, llegó el apremio de tiempo y la partida terminó en tablas.

En el encuentro entre Rossi y Frenquelli se vio una Apertura Inglesa, donde las negras lograron rápidamente posicionar un caballo en d3, obteniendo neta ventaja. Sin embargo, en un descuido perdieron calidad y acto seguido se acordó el empate: los contrincantes habían vivido suficientes emociones.

Ante el Gambito de Dama planteado por Ferraro, Grande respondió con una Defensa Eslava. Mediante un cambio de peones las blancas optaron por la estructura Carlsbad y ambos bandos siguieron los planes típicos, aunque el ataque de las negras en el flanco de rey llegó primero. Sacrificaron una pieza, pero tras una defensa correcta sólo consiguieron recuperar el material, quedando con tres peones por el alfil. El final parecía sostenerse con el avance de los peones hasta que un jaque impiadoso forzó el cambio de caballos y el resultado de la partida ya no ofreció dudas.

El representante galo se mantuvo fiel a su Apertura Bird, aunque el planteo de Rodríguez permitió el paso a una Defensa Siciliana Cerrada, la cual dio lugar a una serie de bonitas alternativas, en las que intervinieron los peones d, e y f de ambos bandos. Sin embargo, cuando la posición se había aclarado, las negras cayeron en una trampa y perdieron calidad. Mediante un ataque al rey Le Mouël se aseguró el triunfo.

En la partida entre Sanhueza y Dlugovitzky se desarrolló una Defensa Petroff. Las blancas salieron con gran ventaja de la apertura y aprovecharon una imprecisión de su rival para ganar material. El segundo jugador abandonó de inmediato.

Gamboa versus Mangiaterra fue una Apertura Inglesa, variante de los cuatro caballos, pero ya en el planteo las blancas sufrieron una caso de "amaurosis scachistica" y perdieron una pieza. Lo que parecía una resistencia inútil se vio justificada cuando las negras, al realizar una combinación para trasponer a un final de alfiles del mismo color ganado, traspusieron, en cambio, a un final de alfiles de distinto color tablas.

Ante el Gambito de Dama planteado por Lujambio, Ferraro optó por la Defensa Simétrica. La ventaja de desarrollo de las blancas no se pudo concretar luego del cambio de damas y siguió una incolora lucha de maniobras. Las negras, al caer en zeitnot, perdieron un peón, pero el primer jugador devolvió el error al llegar su apremio de tiempo. En definitiva, cayó la bandera de Ferraro cuando sobre el tablero había una final de torre y peón contra torre y peón ganado para las blancas.

Sánchez abrió de Peón Dama y Ortigala respondió con una Defensa India de Rey, apartándose del Gambito Budapest que había empleado hasta entonces, desarrollándose una partida más emotiva para los jugadores que para el público. En un principio las blancas debieron jugar con cuidado para contrarrestar la actividad de las piezas negras, para luego pasar a un ataque que necesitó de una defensa precisa del rival, pero que no daba más que para el jaque perpetuo.

El enfrentamiento entre Kolodziej y Le Mouël fue una Defensa Holandesa, sistema Leningrado, donde en un medio juego complicado las blancas consiguieron abrir líneas para sus alfiles y torres, que luego irrumpieron sobre el rey enemigo, llegando al jaque mate.

Rodríguez consiguió el punto al no presentarse Frenquelli.

Tras un Gambito de Dama, Grande ante Di Giannantonio volvió a tener una estructura Carlsbad, pero esta vez con las piezas blancas. Nino atacó con energía el enroque rival, pero la partida acabó abruptamente al descuidar un detalle táctico que le ocasionó gran pérdida material.

La Defensa India de Rey constituyó el tema inicial de la partida Lujambio-Sanhueza. Las negras obtuvieron un buen juego de piezas a cambio de un peón retrasado y las blancas controlaron la situación hasta que se abrió la posición, momento en que perdieron un peón. El segundo jugador traspuso al final y se impuso cómodamente con su peón libre.

El encuentro entre Dlugovitzky y Mangiaterra comenzó con una Apertura de Peón Dama que desembocó en una posición de peón central aislado, pero una serie de errores de las blancas, cada vez más graves, llevaron rápidamente a la derrota por jaque mate.

En el enfrentamiento entre Kolodziej y Gamboa se vio otra Apertura de Peón Dama, donde ya desde las primeras jugadas los contrincantes se enzarzaron en una melée táctica. Un tema del medio juego fue el encierro de la dama negra, que al final cayó, pero a cambio de material equivalente. Estas piezas negras coordinaban mejor y lograron atacar al rey enemigo, llegando al jaque mate en el apremio de tiempo.

En la partida Grande versus Sánchez se planteó una Defensa India de Dama con una lucha de pareja de alfiles por peones débiles. En determinado momento las negras decidieron abrir el juego, siguiendo el paradójico consejo de John Watson de su libro "Los secretos de la estrategia moderna" de que a veces al bando de los dos alfiles no le conviene la apertura del juego por hallarse retrasado en el desarrollo. Posteriormente instalaron un caballo en e5, instrumento de la victoria al descuidar las blancas un detalle táctico que llevó a gran pérdida de material.

Rodríguez-Ferraro fue una Defensa Caro-Kann, donde las negras eligieron la compleja variante Bronstein. Sin embargo, la actividad en el flanco de rey con el monarca sin enrocar resultó en la pérdida de un peón, salvándose aquél de alguna manera y refugiándose en el otro flanco. A continuación, la lucha se centró en el peón libre de las blancas, cuya captura implicó graves riesgos (un caballo quedó copado) y ningún beneficio, pues se traspuso a un prefinal donde el primer jugador mantuvo la ventaja de un peón, adjudicándose el triunfo en el apuro de tiempo.

Nino planteó el Gambito Escocés ante Frenquelli, que no lo aceptó y quedó con una posición restringida. Un debilitamiento en el flanco de rey negro permitió a las blancas pasar a un final ganando un peón y tras sortear algunos obstáculos se impusieron.

La partida entre Sanhueza y Ortigala vio una Defensa Siciliana donde las blancas quedaron con el peón dama aislado, pero, poco ambiciosas (16.dxe6! ganaba un peón al quedar copado el caballo de a5), simplificaron la posición, deshaciéndose de aquél y llegando a un final equilibrado. Las negras parecían tener la iniciativa con su caballo contra el alfil, pero de pronto la mayoría de peones en el flanco de dama avanzó y resultó tan peligrosa que el juego no se pudo sostener.

Gamboa versus Lujambio fue una Defensa India de Rey, donde ambos bandos siguieron los planes típicos de avance de peones, pero la idea de las blancas de llevar el caballo a e6 fue demasiado optimista y sólo consiguieron que las negras ocuparan el centro con tres peones. A continuación se desarrolló una comedia de errores (entre los cuales se destaca la omisión de una mate en tres) que desembocó en un final equilibrado. Es anecdótico que las blancas ganaran un peón pues faltaba ejecutarse el último acto de la comedia ajedrecística, con ribetes de tragedia: el rey negro se ubicó en el lugar exacto para recibir mate en una jugada.

Ante Mangiaterra, Sánchez optó por la Defensa Siciliana. Las blancas consiguieron situar un peón en e5, lo que permitió iniciar un ataque al rey ante la falta de contrajuego de las negras, que sólo pudieron evitar el mate cediendo gran cantidad de material.

Rodríguez eligió la variante del Avance ante la Defensa Francesa planteada por Kolodziej. Las negras obtuvieron mejor juego de piezas y después de interesantes alternativas, que no aprovecharon del todo, quedaron con peón de más en una final de dos alfiles contra caballo y alfil. Sin embargo, en determinado momento, luego del cambio de dos alfiles, se apresuraron en irrumpir con su rey y el caballo rival logró atacar varios puntos, provocando las tablas por repetición de movimientos.

El cotejo entre Le Mouël y Di Giannantonio fue una Apertura Bird, donde tras unos lances tácticos las negras perdieron un peón en e4. A pesar de enrocar largo y buscar chances de ataque no pudo evitar llegar a un final en desventaja. Sin embargo, la resistencia tuvo sus frutos cuando en un final de peones Nino logró bloquear el flanco de dama y su rival ya no pudo hacer valer su peón de más.

Ferraro venció por incomparecencia de Frenquelli.