Ajedrez en Gimnasia y Esgrima, por Romeo García Vera
Una partida emocionante, por Romeo García Vera
Un poco de nuestra historia
Notas de ajedrez en las actas del club
Durante este ejercicio (1918-1919)... la subcomisión de Ajedrez —actividad esta iniciada en 1917— inteligentemente dirigida por el Dr. Adolfo Elías, contrató por un mes los servicios del profesor Benito Villegas, quien cumplía similar función en el Club Argentino de Ajedrez de la ciudad de Buenos Aires.
Para entonces [1922] el ajedrez había alcanzado gran auge, considerándose al club el segundo en Sudamérica en esta especialidad, después del Club Argentino de Ajedrez de la ciudad capital.
En julio de 1924, organizado por nuestro club, se realiza el Primer Campeonato Rosarino de Ajedrez, siendo ganado por nuestro asociado Juan M. Rivarola, que también fue campeón del club ese año.
A mediados de octubre [de 1926] visita nuestra ciudad el gran maestro internacional de ajedrez Dr. Alejandro Alekhine, jugando en nuestro club simultáneamente contra tres consultas: Tablero N° 1: Oscar García Vera y Dr. Adolfo Elías; Tablero N° 2: Francisco Pérez y Carlos Lozardy; Tablero N° 3: Juan M. Rivarola y Félix Ferreyra. El gran maestro ganó el primero, hizo tablas en el segundo y perdió en el tercero.
En 1928 nuestro socio José María Cristiá se consagra Campeón Rosarino de Ajedrez, y gana importantes torneos.
El 6 de abril de 1930 da comienzo el gran match de ajedrez que por radiotelegrafía sostuvieron nuestro equipo y el del "Chess and Checkers Club", de la ciudad de Los Ángeles (Estados Unidos).
[1932] Habiendo terminado su sexto periodo consecutivo en la Presidencia el Sr. Eduardo Marquardt, corresponde elegir nuevas autoridades. Por primera vez, se produce en el club un acto eleccionario, en el cual paricipan dos listas. Una integrada por el binomio Juan Roda - Dr. Ricardo Foster; y la otra, por el Dr. Adolfo Elías - Germán Fernández.
Realizado el comicio, el Dr. Adolfo Elías resulta electo Presidente, obteniendo 276 votos contra 268 del Sr. Juan Roda. En cambio, para Vicepresidente, el Dr. Ricardo Foster obtiene 276 votos contra 269 del Sr. Germán M. Fernández. Ante esta situación, el Dr. Foster, compañero de fórmula del Sr. Roda, presenta su renuncia. La misma es aceptada por la Asamblea General Extraordinaria convocada al efecto en fecha 16 de noviembre de 1932, eligiéndose en su reemplazo al Dr. Cloromido Hernández.
Nuestro club, evidenciando su constante preocupación por la juventud rosarina, organiza por primera vez el Torneo Intecolegial de Ajedrez.
[15 de octubre de 1934] Días después, el Dr. Adolfo Elías es reelegido para un nuevo periodo, pero al año siguiente, acuciada por el estado financiero que atraviesa el club, la C. D. renuncia en pleno. La Asamblea General Extraordinaria, reunida el 17 de agosto de 1935, acepta dicha renuncia.
También en 1938, el señor Luciano Cámara se consagra Campeón Rosarino de Ajedrez.
[1951] En bridge, los doctores Carlos Morra y José María Cristiá obtienen el segundo y tercer puesto en el Torneo Nacional de Bridge Individual realizado en la ciudad de Buenos Aires.
[1954] En ajedrez, recibimos en el club la visita de los grandes maestros soviéticos David Bronstein y Alexander Tolush, que realizan simultáneas con aficionados locales.
En 1968 se producen los fallecimientos del Sr. Juan Roda, socio fundador y honorario y ex presidente de la institución, y del doctor Adolfo Elías, ex presidente también de nuestro club.
Fuente: Mens Sana, número especial 75° Aniversario, 10/9/1979 (páginas 4-28).
El ajedrez en Gimnasia y Esgrima
Por Romeo García Vera
Al cumplir nuestro querido Club sus Bodas de Brillante, se impone una pausa para dar una mirada retrospectiva a fin de apreciar la significación que ha tenido para la institución la práctica del juego-ciencia a lo largo de su dilatada y brillante trayectoria social y deportiva. Es muy probable que las actuales generaciones ignoren la importancia que los propios fundadores le asignaron no sólo en carácter cotidiano sino como estudio del que ha sido llamado el "Rey de los juegos" —también fue el "juego de los Reyes"— sin escatimar su apoyo y esfuerzo económico para su difusión Y jerarquización. Quizá no sospecharon en su noble impulso que lo que comenzó por ser una diversión después de la jornada de trabajo personal, se iría convirtiendo en una absorbente y apasionada lid intelectual, que asumiría proyecciones de tiempo y espacio, hasta reclamar la atención de la Metrópoli argentina y aún de otros países.
En sus primeros 15 años, no había cobrado aún sus proyecciones normales por carecer del ambiente propicio, pero al instalarse en la calle Corrientes 932 se habilitó una sala exclusiva donde concurrían diariamente destacadas personalidades que iban aumentando con la incorporación de nuevos socios atraídos por tan selecto ambiente. La primera mesa especial de ajedrez fue donada por el doctor Lisandro de la Torre, que era discípulo del Campeón Argentino don Benito Higinio Villegas en el Club del Progreso de la Capital Federal. Tan insigne legado de quien fuera un eminente ciudadano y notable parlamentario coincidió con la aparición del médico Dr. Francisco Javier Pérez —que fue Decano de la Facultad de Ciencias Médicas—, quien se clasificó el primer Campeón oficial del Club. Recuerdo que una vez el Dr. Pérez —que fue con quien jugué mi primera partida en el Club, cuando apenas tenía yo 10 años— me dijo textualmente: "Mis dos grandes amores son la guitarra y el ajedrez". Esa frase se me quedó grabada eternamente. Era un jugador muy sólido, que se caracterizaba por su gran defensa. Llegó a batir en partida individual al Campeón Argentino, Rolando Illa, que elogió su excelente producción.
El ambiente que reinaba entonces, por su excelente calidad y gran cantidad, no ha vuelto a repetirse. Una Sala espaciosa con abundantes mesas construidas con gran confort, y juegos de la mejor calidad. Esta última circunstancia obligó a establecer categorías, donde militaban entusiastas y no desdeñables elementos. Tal era la evolución que había alcanzado el ajedrez, que sus ecos llegaron a Buenos Aires, de donde periódicamente nos visitaban las más grandes figuras, como el citado Illa en varias ocasiones: Villegas (el talentoso colaborador de Capablanca, llamado cariñosamente "Don Benito"), que también lo hizo en varios años, el último en 1928, donde disputó un torneo con jugadores locales. Ya se tenía nuevo local en calle Laprida 947, cuando la Federación Argentina de Ajedrez le concedió la condición de subsede de la misma, para la organización del Campeonato Rosarino de Ajedrez y demás competencias oficiales.
Gimnasia y Esgrima se había convertido en el centro ajedrecístico más importante del interior de la República, y sólo superado numéricamente mas no en calidad, por la Capital Federal. Ello atrajo el interés de los más ilustres maestros nacionales y extranjeros: así nos visitó Arnoldo Ellerman, el mejor problemista en 2 jugadas del mundo, de Buenos Aires; el notable maestro e innovador checoslovaco Ricardo Réti, que jugó 16 partidas simultáneas ¡a la ciega! en 1925. E1 fuerte maestro, Blumenfeld, autor del famoso contragambito en la apertura del peón dama, que aún está en boga. El poderoso maestro polaco Dr. Savielly Grieg [sic] Tartakower, Dr. en leyes, poeta, periodista políglota y gran investigador, integrante de la Escuela Hipermoderna. Éste jugó partidas contra mi hermano 0scar y contra mí, cuyo desarrollo mereció sus cálidos elogios. El Campeón Argentino Roberto G. Grau, de inolvidable memoria, gran propulsor en el país. La máxima estrella que nos visitó fue el Dr. Alexandre Alexandrovich Aljechin (Alekhine), en 1926, cuando estaba en su apogeo y preparándose para disputar al año siguiente el campeonato del mundo con Capablanca, que lo consagraría el nuevo monarca. En la que aún es cancha de pelota a paleta, frente a los mejores 40 jugadores del club —que era decir de la ciudad— disputó una sesión de simultáneas, de la que fuimos protagonistas y que resultó memorable e histórica. Dejó una impresión avasallante por su gran dominio y facultades extraordinarias. Sólo perdió dos partidas y manifestó públicamente que era el mejor conjunto que había enfrentado en su gira por Buenos Aires, La Plata, Córdoba y Santiago de Chile. Ahora, al recordarlo, pensamos: ¡Cuánta gloria para Gimnasia y Esgrima!
Al Dr. Francisco Javier Pérez —famoso especialista de nariz, garganta y oído, que se perfeccionó en clínicas de Viena— lo sucedió en intensa lucha el Dr. Adolfo Elías, químico que compartía sus cátedras en la Facultad de Medicina con la dirección de la Oficina Química Nacional. Pero antes de referirnos a Elías, no podemos olvidar a ese gran pionero que fue el Dr. Eduardo A. Carrasco, apasionado cultor del Arte de Caissa. Estaba en todas y para todo se daba tiempo. Era hermano del historiador de Rosario, Eudoro Carrasco. Era un romántico de la generación del 80, de aquellos que forjaron con sinigual patriotismo un gran país.
El Dr. Elías fue quien primero montó una planta transmisora de radiotelegrafía en su domicilio Córdoba 575, y allí jugamos el match contra Lima (Perú), a quien derrotamos brillantemente. También se disputaron matchs contra Los Ángeles y el Manhattan Club de Nueva York; contra los uruguayos y contra el Club Argentino de Ajedrez, en todos los cuales tuvimos honroso desempeño, según la crítica imparcial. Otro jugador de esa primera época fue el bancario Carlos N. Lozardy, hueso duro de roer.
Pero no sólo concurrían los que se dedicaban deportivamente al ajedrez sino distinguidas personalidades del Club, como el señor Pedro León Arias, muy entusiasta y aguerrido, los hermanos Ángel y Manuel Miranda, los Dres. Ricardo Foster, Santiago Giorgi y Eduardo Marquardt; señores Thompson, Lucio Fontana, Félix A. Chaparro (historiador); el Dr. Enrique de Vedia (Rector del Colegio Nacional N° 1), el Dr. Antenor Gómez, los señores Tomás Velles y Juan Vélez, el Arq. Víctor M. Avalle; los señores Mario Cohen —destacado automovilista—, Isidoro Calero, Germán M. Fernández, Basilio Sasián y Dres. Alfredo Bianchi Gabbi (aún concurre) y Juan Carlos Aliau (Camarista).
Con ese ambiente de base, no podía extrañar que surgieran nuevos grandes valores competitivos y a ellos nos referimos seguidamente. En el año 1924 se disputa el primer torneo Campeonato Rosarino y se lo adjudica el joven valor de la institución, Juan Manuel Rivarola. Ya en el año 1927 mereció su inclusión en el equipo olímpico que actuó en Londres, con meritoria actuación. Oscar García Vera, mi hermano, lo derrotó en match por el Campeonato del Club, en 1924. Luego emprendió viaje a Cuba, donde al año siguiente ganó el Torneo Nacional. Jugó en Nueva Orleans y regresó al país. A partir de entonces, el Profesor García Vera tuvo una trayectoria jalonada de triunfos —campeonato de Rosario— en Paraná, Mendoza, Capital Federal, etc. Así como Rivarola era un jugador práctico, alternando defensa con ataque y una dosis de astucia que le era característica, Oscar García Vera era la expresión del juego brillante, combinativo. En 1928 surge José María Cristiá, el jugador agresivo por excelencia, pero al mismo tiempo estudioso, que derrota a Rivarola despojándolo del Campeonato Rosarino en 1927. Repite en 1935 y luego actúa espaciadamente por su profesión de abogado. Otro gran jugador surgido por esa época fue Carlos Jesús Espina, muy ingenioso, de grandes aptitudes naturales, que lamentablemente se malograban por su apatía para el estudio. También fue Campeón Rosarino dos años. El Profesor Félix Ferreyra se insinuaba como un muy fuerte jugador, pero por razones de salud debió alejarse, dedicándose a comentarios periodísticos especializados. A partir de 1930 comienza la época en que el que esto escribe desplaza a los mejores y gana consecutivamente muchos torneos de Rosario. ¡Ha sido campeón rosarino durante más de 15 años! Su último torneo lo ganó en 1966, alejándose por razones profesionales. Pero ha reaparecido nuevamente a sus 71 años. Quizá sus mejores performances fueron su triunfo en el Torneo de Maestros de 1942 (delante del maestro sueco Gedeón Stahlberg, José María Cristiá, Oscar García Vera, Antonio Juan Vinuesa, Carlos Jesús Espina y Raimundo Fernández; El 2° puesto en el Torneo Mayor de 1953 a un punto del ganador Oscar Panno, torneo que debió ganar y se escapó sólo por factor suerte. El torneo Zonal del Campeonato Argentino en 1958, delante de los mejores jugadores de Rosario, Santa Fe, Buenos Aires, Pergamino, San Nicolás. Por lo demás, su dilatada carrera, plagada de primeros puestos, exime de todo comentario.
Si debiéramos mencionar otros jugadores que si bien no estuvieron clasificados en primera categoría, fuere por poca dedicación o falta de ambición, recordamos a Nicolás Arévalo, los doctores Daniel Lurá Villanueva, Alfredo Bianchi Gabbi, Horacio Premoli y los señores Enrique Hutmacher y Roberto Arias y pueden olvidárseme otros.
Después del año 1930 el ajedrez en el club se duerme en sus laureles y experimenta una suerte de estancamiento. El hecho es que no volvió más aquella época brillante, sea por alejamiento o fallecimiento de sus propulsores iniciales o por la situación socioeconómica del país.
En síntesis, pienso que se le debe a los doctores Lisandro de la Torre y Francisco Javier Pérez la implantación seria y selecta del ajedrez en Gimnasia y Esgrima y como consecuencia en Rosario.
Ante tan jerarquizados auspicios, no cabe sino el más emocionado respeto. Sirva, pues, esta somera evocación nostálgica como humilde pero lúcido homenaje al gran club y a sus pioneros, al que ingresé hace 61 años y cuyas primeras impresiones de mi niñez no se borrarán de mi memoria mientras viva.
Rosario, 14 de septiembre de 1979.
Romeo García Vera
Fuente: Mens Sana, número especial 75° Aniversario, 10/9/1979 (páginas 60-62).
Una partida emocionante
Victoria que por milagro no se concretó
Como parte de esta evocación, publicamos a continuación la partida que en el primer turno del Gran Torneo Nacional de Rosario celebrado en 1929 en los salones de Gimnasia y Esgrima, su organizador, disputaron el entonces Campeón Argentino y Sudamericano Roberto G. Grau y mi hermano Oscar García Vera, que había sido Campeón del Club. Grau ya había merecido ser invitado a participar en el Gran Torneo de San Remo (Italia) a iniciarse el año 1930, donde intervendrían los más grandes maestros internacionales —excepción de Capablanca y Lasker— incluso el campeón mundial Alejandro Alekhine. Tal era su jerarquía en ese entonces. Se esperaba una victoria de Grau, que llevaba las piezas blancas, por su gran estado de preparación general, aunque se confiaba en que Oscar le ofrecería lucha, por sus naturales condiciones combinativas. La sorpresa fue grande; ambos marchaban invictos al enfrentarse, y Oscar no sólo fue digno rival sino que lo superó en todo el planteo y medio juego, llegando a obtener una posición claramente ganadora. Pero sea que subestimó las posibilidades defensivas de su gran adversario, sea por que no conservó la misma serenidad que había mostrado hasta ese momento, lo cierto es que bastaron algunas indecisiones para permitir unas combinaciones de sacrificio salvador que Grau buscó y aprovechó desesperadamente ante su clara conciencia de estar perdido.
Allí se vio una vez más la verdad del aforismo del gran maestro alemán del siglo pasado, Dr. Siegbert Tarrasch, cuando decía: "La partida está ganada... pero hay que ganarla". Y la verdad es que la victoria del representante gimnasista se esfumó por milagro, pero se esfumó. Quedó no obstante flotando la sensación de una victoria moral, que Grau fue el primero en reconocer. Veámosla:
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Grau,R
½–½
García Vera,O
Rosario1929
1.d4Nf62.c4e63.Nf3b64.g3Ante la defensa planteada por García Vera,
adopta Grau la variante del fianchetto rey, en boga en esa época.Bb75.Bg2Bb4+Línea que popularizó el ruso Bogoljubow.6.Nbd2Alekhine solía
contestar6.Bd2y siBxd2+7.Qxd2con leve ventaja blanca, pero nada
fácil de demostrar.6...0-07.0-0d5Con la idea de conservar el alfil
rey, como en la Apertura Catalana.Más prudente podría ser7...Bxd2
seguido por ...d6, controlando las casillas centrales de color negro. Pero
tengamos en cuenta que han pasado 50 años, y la teoría de las aperturas no era
tan profunda.8.a3Bd69.b4!Bien jugado; amenaza 10.c5 y de paso
desarrolla su alfil dama en la gran diagonal.c610.c5Bc711.Qc2
Controlando la casilla e4 y posibilitando oportunamente la ruptura e2-e4.Nbd7Contraatacando en el centro, amenazan 12...e5. La lucha se vuelve emocionante,
con ataques y contraataques. Las negras están aparentemente un tanto
constreñidas por la cuña c5 y poco juego del alfil dama.12.Bb2Qe7?
Insistiendo en su propósito de avanzar su peón rey. Ambos bandos han terminado
su dispositivo de combate.13.Rfe1Impresionando a la dama negra, e
impidiendo de momento ...e5, pues en tal caso seguiría (ver A).g6A)13...e5?14.e4dxe415.Nxe5Nxe516.dxe5Bxe517.Bxe4con graves amenazas.Era de considerar13...Rfe8como se apreciará más adelante, este
debilitamiento del enroque puede dar temas de ataque de mate.14.e4Y Grau
se lanza con todos sus efectivos.dxe415.Nxe4Nxe416.Qxe4Nf617.Qh4Nd5Esta fue la ingeniosa defensa de García Vera, haciéndose fuerte en la casilla
d5, a cambio de la presión que experimenta sobre su enroque.18.Ng5Ataque
violento, que sin embargo será rechazado.Más precisa era18.Qh6Qf6
Casi obligada. Ahora se ve que si la torre negra hubiera ido en su jugada 13 a
e8, dispondrían ahora de la simple ...Df8 anulando el ataque al rey.19.Ng5Qg720.Qxg7+Kxg721.Bxd5cxd5No21...exd522.Re7Bd823.Ne6+Kf624.Nxd8Kxe725.Nxb7y deben ganar.22.b5con sensible ventaja.18...h5!Y ahora las ilusiones de las blancas se desvanecen. Su cambio Axd5 sería
muy dudoso por el debilitamiento de sus casillas blancas.19.Bf3Preparando
un sacrificio en h5, muy peligroso.Bd8Muy bien; desde ahora reacciona con
una serie de golpes muy enérgicos que le dan ventaja ganadora.20.Bc1Qf6
Presionando sobre el peón d, con lo que ata a la dama blanca en su defensa. La
jugada del rosarino es la mejor y da un vuelco a la partida. Ahora serán las
blancas las que deberán batirse en la defensiva.Además20...Qf6
defiende contra la amenaza aparentemente ganadora21.g4a la que replicaría
entonces conNf4con la combinación:22.gxh5?Qxg5+23.Qxg5Nh3+y
gana una pieza.21.Qe4Pretendiendo huir de la terrible clavada, pero...bxc5‼Golpe que debió ser decisivo.21...bxc5gana material porque si22.bxc5sigueBa523.Rf1Única ante el salto ...Cc3.Bc324.Rb1Ba6
seguido de ...Axd4, ganando un segundo peón y con gran ventaja de posición.22.Qe2Desesperación; entregan un segundo peón, buscando alguna contrachance
con el cambio del terrible caballo.Nc323.Qc2cxd4Y ahora, con dos peones
de más, esto se debe ganar fácilmente.24.Kg2Qf5!Forzando prácticamente
el cambio de damas.25.Qxf5exf526.Bd2Bf627.Nh3Ne4!28.Rad1a5!29.bxa5c5Las negras han logrado dos peones pasados en el centro, mientras
todas las piezas blancas quedaron carentes de acción.30.Nf4Hasta aquí las
negras han dominado ampliamente y sólo es cuestión de ejecución exacta. Como
su alfil dama está "en el aire" hay que apoyarlo.Rfd8Se imponía30...Ra7y luego sí ...Td8, con la amenaza ...Cxd2, seguido del avance incontenible ...
c4, ante lo cual no había defensa suficiente.31.Rb1!Rd7En cambio,
esta torre permitirá una combinación de entrega de calidad, con las dos torres
clavadas por el alfil blanco.32.Rb6!Bd833.Rb5Bc6?El comienzo de
varios errores.Con33...Ra7las blancas estarían completamente sin
defensa. Era la última oportunidad. Ahora cayeron en una trampa tendida por
Grau en su desesperación.34.Rxc5‼Aprovechando el juego confiado de
García Vera.Rc735.Rc2g5Ahora las cosas son distintas y las piezas
blancas han cobrado actividad.36.Nxh5!g437.Bxg4Grau ha entrevisto su
salvación y se defiende hábilmente.fxg438.Rxc6‼La clave de la defensa.
El rey negro desmantelado permite la salvación.Rxc639.Rxe4Y ahora ya hay
muy pocas posibilidades de victoria negra.f540.Rxd4Qué cambio de
decorado, han desaparecido los formidables peones negros pasados en el centro.Bxa5Y aquí se suspendió la partida, que fue acordada tablas, pues,
efectivamente, dado el escaso material existente, la ventaja de calidad no
basta para ganar. Una lucha encarnizada que merecía la victoria del rosarino,
que se escapó por esos imponderables que felizmente tiene el ajedrez.½–½