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El año que termina ha traído para el ajedrez rosarino una sensible pérdida, a causa de la repentina desaparición de uno de sus maestros: Fernando Demeglio. A lo largo de más de tres décadas desarrolló una entusiasta y proficua actividad, por la cual ganó el respeto y la estima de la gran familia ajedrecística.

Su pasión por el juego-ciencia, como algunos denominan al ajedrez, lo llevó a cubrir diferentes aspectos de la actividad –la que siempre ejerció con responsabilidad y eficiencia– ya que disfrutaba de esas tareas. Como jugador estuvo constantemente en los primeros planos y alcanzó el Campeonato Rosarino en 1962. Como activo dirigente fue presidente del Club Rosarino de Ajedrez y miembro de la comisión directiva de la Asociación Rosarina de Ajedrez en distintas oportunidades.

Por otra parte, el ajedrez de la ciudad de San Lorenzo elevó su actividad notoriamente merced, en gran medida, a sus iniciativas y prédicas constantes. Tenía predilección por la enseñanza del ajedrez entre la niñez y los jóvenes: en esa tarea alcanzó reconocimiento y relevancia nacional con el hoy maestro internacional, ex campeón y representante olímpico Gerardo Fabián Barbero. Fue su entrenador y lo acompañó, en calidad de segundo, en la conquista del Campeonato Argentino Juvenil, como asimismo cuando concurrió, representando al país, al Campeonato Mundial Juvenil que se disputó en Graz, Austria, en el año 1978.

"La Capital", 21 de diciembre de 1986

© Carlos Canoba