Oscar García Vera
por Carlos Canoba
(1987)
Con la desaparición del maestro Oscar García Vera, acaecida el 23 de junio pasado a los 85 años, el ajedrez rosarino pierde a una de sus figuras más destacadas.
Poseedor de una sólida cultura humanística –se desempeñó como profesor de Historia en las Escuelas Anexas a la entonces Universidad Nacional del Litoral–, tenía predilección por los aspectos históricos y evolutivos del denominado arte de Caissa, como también se conoce al ajedrez. Gustaba del juego de estilo brillante y combinativo, lo cual se manifestaba en su propia práctica. Inició su carrera deportiva en el Club Gimnasia y Esgrima (1919), ganando posteriormente el campeonato del mismo en 1924 a Juan Manuel Rivarola, quien fuera representante olímpico en 1927. Posteriormente, en 1925, inició una gira por el Pacífico para luego recalar en Cuba, donde permaneció dos años. Allí venció en el Torneo Nacional, empatando con el joven maestro Planas.
Campeón rosarino en distintas oportunidades, se destacó como jugador de estilo claro, ágil en el juego de piezas, lo cual hizo opinar favorablemente al GM polaco Savielly Tartakower, durante su visita a Rosario, sobre las posibilidades que le asistían para desarrollar una carrera profesional en Europa. Oscar García Vera signó una época brillante del ajedrez de Rosario, ya que encabezó en las décadas del 20 y del 30 un poderoso cuarteto integrado, además, por el doctor José María Cristiá, Antonio Vinuesa y su hermano, Romeo García Vera, que, según la opinión del campeón argentino de aquellos tiempos, Roberto Grau, imponía respeto en los torneos interprovinciales por su fuerte nivel competitivo. Abandonó la práctica activa e intensa definitivamente en la década del 50, aunque tuvo luego esporádicas reapariciones, incluso hasta 1973.
Su desaparición, ocurrida en la Capital Federal, donde se había radicado desde 1974, constituye motivo de tristeza para el ajedrez de la ciudad.
"La Capital", 16 de agosto de 1987
© Carlos Canoba
El señor Oscar García Vera, aunque nacido en Junín (provincia de Buenos Aires), es un valor netamente rosarino por su actuación.
Campeón del Club de Gimnasia y Esgrima de Rosario de 1924 a 1934, defendió el título ante los señores Cristiá, Rivarola y Espina.
En el año 1925, durante un viaje a Cuba, tuvo oportunidad de demostrar sus destacadas cualidades, ganando el torneo campeonato del célebre club de La Habana, venciendo al señor Francisco Planas (campeón de Cuba en la citada época).
En el torneo Nacional de Rosario de 1927, su actuación dio origen a elogiosos comentarios.
Actualmente figura en el club Newell's Old Boys de aquella ciudad. Empató el campeonato de Santa Fe del año próximo pasado conjuntamente con Guimard, y su hermano Romeo, siendo eliminado después en el desempate, con el siguiente resultado: 1° Carlos Guimard; 2° Romeo García Vera, y 3° el titular. Esta lucha se definió después de tres turnos, demostrando, aunque no venció, que cuenta con aptitudes para ascender en poderío.
Ha disputado dos veces el campeonato de Rosario con Vinuesa, empatando y perdiendo.
En el ajedrez rosarino, por su acción teórica ha hecho mucho, siendo comentadas diversas de sus partidas en revistas extranjeras.
Aún no ha actuado en esta capital [Buenos Aires], esperando lo haga durante el año en curso.
Caras y Caretas, 6/3/1937, p. 98
Algunos datos sobre el profesor Oscar García Vera
por Romeo García Vera
Nació el 2/9/1901 en Junín (provincia de Buenos Aires). Pero en 1910 se trasladó con su familia a Rosario.
Aprendió el ajedrez del escribano Víctor Avalle, en la casa que aún se conserva intacta en Zeballos (entonces Gral. López) 721. Eso ocurrió en 1919.
Era el más veterano ex ajedrecista que sobrevivía.
Del famoso cuarteto de los años 20 y 30 con Antonio Juan Vinuesa, José María Cristiá y su hermano Romeo, este último es el que queda.
Era dueño de una sólida cultura humanística, sobre todo filosofía. Se caracterizaba por su claro concepto y gran rapidez para jugar.
Descendía de una familia de educadores, tanto por vía paterna como materna. Su padre era el profesor Félix García Vera y su madre doña Filomena Deferrari Olmos, oriunda de Junín.
Se inició en el Club Gimnasia y Esgrima de Rosario, entonces sito en Cortada Ricardone y Corrientes (1919), pero a los pocos meses ya fue clasificado en primera categoría.
En 1924 ganó el Campeonato del Club Gimnasia y Esgrima en match a Juan Manuel Rivarola. Entonces tal título era prácticamente el campeonato de Rosario.
En 1925 emprendió una gira por el Pacífico (Mendoza, Chile, Perú) y recaló en Cuba, donde residió durante dos años. Disputó el Torneo Nacional de Cuba, ganándolo empatado con el joven Planas. Lamentablemente, por dificultades económicas no pudo sostenerse más tiempo y regresó a su patria.
Era Maestro Normal egresado de la primera promoción del año 1923 y luego inició su carrera docente como Profesor de Historia en la Escuela Superior Nacional de Comercio anexa a la Facultad de Ciencias Económicas y más tarde, simultáneamente, en la entonces Escuela Industrial Superior anexa a la Facultad de Ingeniería (hoy Politécnico). Se jubiló en 1950.
En 1929 participó en el Campeonato Nacional disputado en Rosario, donde en la primera rueda tuvo una actuación sensacional finalizando primero. Lamentablemente, el cansancio de disputar el torneo y las clases docentes, lo fatigó y retrocedió en el segundo turno.
Desde entonces, junto con su hermano Romeo –7 años más joven– conformó una verdadera dinastía que se repartieron durante cerca de dos décadas los más importantes torneos y certámenes disputados en Rosario. Participó en representación de Rosario en los inolvidables torneos interprovinciales de aquella época, llegando a tener el mejor score en su tablero. Rosario impuso respeto por su famoso cuarteto, y el entonces campeón argentino y sudamericano Roberto G. Grau lo elogió y sostuvo que estaba a un mismo nivel que el mejor equipo porteño.
Por los años 50 se retiró.
Su apogeo estuvo en la década del 20, pero en las del 30 y 40 tuvo también una actuación destacada no sólo en nuestra ciudad, sino también en Santa Fe, Paraná y Capital Federal.
De estilo ágil y claro, con tendencia a la brillantez, de haber tenido apoyo económico pudo haber dejado su marca en Europa, como lo afirmó el gran maestro polaco Savielly G. Tartakower, cuando nos visitó en 1930 en Rosario, disputando una memorable partida con Oscar, en un final clásico.
Representó a Gimnasia y Esgrima hasta 1934 en que pasó al Círculo de Obreros. En 1937 fue invitado por el Club Newell's Old Boys, conformando un equipo poderoso junto con José María Cristiá, Antonio Juan Vinuesa, Romeo García Vera, Oreste Giustina, Raimundo Fernández, Mauricio Cohen, entre otros. Finalmente pasó al Club Rosarino, obteniendo el campeonato de éste, prolongando su destacada actuación.
Todavía en 1973, luego de tan dilatada actuación, a los 72 años representó al Tala Club, jugando todavía en gran forma en torneos interclubs. Se radicó en la Capital en 1974, donde seguía de cerca la actividad mundial en muy buen estado de salud.
Falleció el 23 de junio próximo pasado.
© Romeo García Vera